Ubicada en 12 de Octubre y Acha, un local emblemático de la zona, avisa con grandes carteles en la vidriera de que cierra sus puertas. De no vender la mayoría de los artículos en estas semanas, el dueño aseguró que en marzo "remata todo".
Algunos transeúntes se paran y miran incrédulos las vidrieras. Bien grande y con pintura blanca reza la frase que hoy en día asusta a cualquier comerciante: “liquidación por cierre”. Otros, en cambio, ingresan entusiasmados, en busca de artículos de buena calidad y a precios impensados.
Dilsa es una de las más tradicionales ferreterías del puerto de la ciudad. Con más de 77 años en la esquina de 12 de octubre y Acha, varias fueron las generaciones que encontraron en ese local todo lo que se necesitaba para cualquier trabajo manual y productivo.
Todavía con una decoración que pareciera haberse quedado en el olvido, sus múltiples góndolas dispersas a lo largo y ancho del amplio local ya lucen semi vacías. “Decidí vender todo y cerrar”, cuenta desde el otro lado del mostrador Raúl, su dueño, de 68 años e hijo del propietario original. En el barrio también lo conocen como “el gallego” o por las grandes anécdotas que hasta el día de hoy recuerda de su militancia radical junto al expresidente Raúl Alfonsín.
“El gallego”, dueño de la tradicional ferretería del puerto.
Si bien el cierre de Dilsa da tristeza -“el fin de un ciclo”, señalan-, a su dueño le reconforta aclarar que la decisión no obedeció a una complicación económica acaecida por la baja en las ventas, como ocurrió con otros comercios en Mar del Plata y el país en los últimos años. “Esto lo decidí porque estoy un poco cansado, también me fui quedando solo y estoy con un ‘temita’ de salud”, señaló.
El cierre definitivo del espacio está previsto para los primeros días del mes que viene, por lo que Raúl no dudo en aclarar que, de no vender todos los artículos de ferretería y materiales electrónicos, “en marzo remato todo”.